Sunday, April 24, 2005

El Mundo

Por: Cesar Cortijo



Lamento reconocer que el mundo
No cabe en mi mente, que ello me iguala
Con el cadáver demasiado muerto,
Con los cristales bien rotos.
No pueden comprender más,
No pueden recuperarse al menos en ese plano.
Pero tampoco es lo que quiso Hitler,
Ni la ONU. En las fronteras, en las plazas,
En el exterior de sus cortes yacía siempre la alegría
- nada bufa - bajo las acacias, el gentío
yendo y viniendo con sus compras y mercaderías.
Salazones e inocencia de las imitaciones polinesias,
Luego había bailes y elegías tras las botas
Militares de ocupación.
Yo comprendo todo eso, que el salón
Se ha quedado pequeño, que ningún cañón
Pudo detener desde Buitrago el avance de Napoleón
Y que prevalece la alegría después de las muertes.
La risa para satisfacer al paranoico
En una plaza circular donde burlar al toro
Como un Cantinflas más.
Poco importa el porvenir: volverá
A ser metálico o plástico o de algún otro material
Más poderoso. Los estudios se centran
En poner al mundo explicaciones o remedios
Sofisticados suplantándole. Son hechos consumados,
El placer al dolor compensa bien y yo
Que atravesaba océanos haciendo el amor contigo
He hollado sobre el arnés del deseo
Todas las geografías que sugieres.
Estas agujas indolentes tienen que escribir,
Tienen que escribir acerca de la arena, acerca del amor,
Dentro del mundo, dentro del mundo, nunca fuera como un inglés.
Salgo al medio de Chinchón, todas las cornetas,
Todos los balcones esperan que yo caiga corneado
Por la fiera para satisfacción de los anglosajones,
Oh ellos solo buscan satisfacción y tan prácticos la obtienen.
Así vestido del siglo dieciocho
Salgo del sueño menos heroico
Para ver que el mundo se apacigua cuando hablan
Nuestras madres poniéndose de acuerdo
En las cosas simples, de organización,
Como diciendo basta de nervios, dejad el anís.
Ellas se entenderían más allá del catecismo.
Resulta sencillo dejarse llevar por sus palabras
Que aumentan el mundo a niveles parecidos a 1931,
Mejoran los sentidos, agrandan los pasillos,
Vacíos por fin de sables, de bahúles pesados
Que, como por arte de magia, han desaparecido.
Y como si ellas tuvieran la llave del mundo
En su hablar que hipnotiza, todo ahora se comprende
Y se disculpa el cinismo - moi non plus.
El amor, los buenos sentimientos todo lo inundan
Incluso al muerto, comprensivo ante cualquier cambio,
Cualquier modificación en las ciudades
Gracias a la tranquilidad de los aromas abnegados.
Claudica ahora el deseo de dominar nada
Y el cachondeo cubre las transformaciones un poco antes de dormir.



Vaya desde este Gargantuario mi más sincero agradecimiento al poeta Cesar Cortijo por el envío de este magnífico Mundo, perteneciente al libro inédito LA REINA OSCURIDAD.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home


Bitacoras.net
 Bitacoras.com

Blogdir.com


Bloguisferio.com

Blogwise - blog directory

directorio de weblogs. bitadir




<< # .::bitácoras ¿? >>